Cuando escuchamos hablar sobre psicoterapia comúnmente en ámbitos no formales, podemos encontrarnos con una serie de mitos que suelen generar miedo o dudas en quienes consideran buscar ayuda.

Estos mitos están basados en ideas antiguas y/o malentendidos sobre lo que realmente sucede en una sesión de terapia.

A continuación trataré de dar información para desmitificar algunos de estos conceptos erróneos, contrastando el estereotipo clásico de la labor de l@s psicoterapeutas con una figura que se caracteriza por la cercanía, la intervención basada en evidencias, y el estar constantemente actualizado.

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Mito 1: “El terapeuta solo está ahí para juzgarte”

Hay personas que imaginan @l terapeuta como alguien que se sienta en una silla, en silencio, observando cada palabra que dicen, y esperando el momento oportuno para emitir un “juicio” de valor.

Esta imagen nos remite a una visión clásica y vetusta de la psicoterapia, antiguamente asociada a la escuela psicoanalítica, donde @l terapeuta se mantenía distante y reservad@.

Si bien en ciertos contextos esta metodología puede ser útil, se puede especular que ha contribuido a la percepción de que @l terapeuta es @n juez y no un aliad@.

Realidad: L@s terapeutas con un enfoque moderno y basado en evidencias se centran en la aceptación incondicional de la persona.

En lugar de juzgar, nos esforzamos por entenderte y apoyarte en tu proceso de crecimiento personal.

Sabemos que la confianza es fundamental, y trabajamos activamente para crear un espacio seguro donde puedas expresarte con libertad.

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Mito 2: “La Psicoterapia es solo para quienes tienen problemas graves”

Existe la creencia de que la Psicoterapia está reservada exclusivamente para quienes enfrentan trastornos mentales severos, o bien crisis personales profundas.

Este mito se relaciona con la idea de que admitir la necesidad de un espacio Psicoterapéutico, en el que pedimos ayuda es un signo de debilidad o fracaso.

Realidad: La Psicoterapia es para tod@s, y no se limita para quienes tiene una Psicopatología.

La visión de salud y enfermedad que deriva principalmente de antiguos paradigmas médicos han influido de manera negativa sobre la divulgación y el acceso a la ayuda psicológica.

Con una mentalidad abierta y estudiando métodos basados en evidencias, podemos comprender que la salud mental se presenta como un espectro, y que tod@s, en algún momento, podemos beneficiarnos de la psicoterapia.

Ya sea para manejar el estrés diario, mejorar relaciones, o simplemente para crecer como persona, un espacio psicoterapéutico puede ofrecer herramientas valiosas para vivir tu vida más plenamente.

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Mito 3: “La Psicoterapia dura para siempre”

Algunas personas temen que una vez que empiecen psicoterapia, van a estar “comprometidas” a concurrir a consulta durante varios años, sin un final a la vista.

Esta preocupación es completamente entendible, y es lógico que aleje a muchas personas de la consulta. ¿Por qué? Estar en un proceso largo y sin límites de tiempo establecidos no es motivante en sí mismo.

Por más bueno que sea el vínculo terapéutico, tarde o temprano la persona que consulta necesitará encontrarse con cambios positivos en su estado de ánimo, sus vínculos, y/o su relación con sí misma y el mundo.

Algunos paradigmas más antiguos, en base a los que se construían modelos de Psicoterapia, requieren un compromiso a largo plazo.

Realidad: Un enfoque moderno y basado en evidencias suele trabajar con metas concretas y un plan de tratamiento claro.

Aunque la duración del proceso terapéutico varía según las necesidades individuales, muchas formas de psicoterapia actual están diseñadas para ser breves y orientadas a soluciones.

Buscamos las herramientas que necesitas para manejar tus desafíos de manera independiente en un camino direccionado al Autodescubrimiento, la Autovaloración, y la Libertad.

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Mito 4: “El Psicoterapeuta te va a decir qué hacer”

Otra idea errónea es que el terapeuta te dará todas respuestas, o bien te dirá exactamente cual es la manera de cómo vivir tu vida.

Esto no solo no es cierto, sino que además posiciona a la persona que consulta en un lugar pasivo que no le permite manifestar la potencialidad de desplegar su Persona en el mundo.

A menudo pensar que alguien te va a decir qué es lo que tienes que hacer, te lleva a la preocupación de perder el control o la autonomía sobre tus decisiones.

Realidad: L@s terapeutas efectiv@s te ayudarán a descubrir tus propias respuestas.

En lugar de dictarte lo que debes hacer, te guiará para que encuentres tus propias soluciones y tomes decisiones que estén alineadas con tus valores y objetivos personales.

Este enfoque es colaborativo y fomenta la autonomía, empoderando a quién consulta para que sea protagonista del cambio personal.

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Conclusión: La Terapia es un Espacio de Aceptación y Crecimiento

Afortunadamente, el espacio de Psicoterapia no es lo que muchos mitos nos han hecho creer.

Lejos de ser un lugar de juicio o rigidez, nos esforzamos por ofrecer un espacio de aceptación y apoyo.

Si has dudado en buscar ayuda por miedo a lo que podría suceder en una sesión de Psicoterapia, te invito a reconsiderar.

La Psicoterapia puede ser un poderoso aliado en tu camino hacia una vida más saludable y satisfactoria.

Lecturas Recomendadas

  • «In Therapy: How Conversations with Psychotherapists Really Work» de Susie Orbach: Este libro ofrece una mirada interna a lo que realmente sucede en una sesión de Psicoterapia, desmitificando el proceso y mostrando la importancia de la relación terapéutica.

  • «El Don de la Terapia: Una Carta Abierta a una Nueva Generación de Psicoterapeutas y sus Pacientes» de Irvin Yalom: Yalom explora la práctica de la psicoterapia desde una perspectiva humanista, abogando por la autenticidad y la conexión emocional  entre terapeuta y paciente.

  • «Psicoterapia Basada en la Evidencia: Donde la Práctica y la Investigación se Encuentran» de Daniel David y Steven Jay Lynn: Este libro presenta una visión comprensiva de cómo las prácticas basadas en evidencias están transformando la Psicoterapia moderna.