Resulta muy útil analizar las palabras que se usan en el enunciado de una pregunta para comenzar a dar la respuesta.

En el caso de la Reestructuración Cognitiva, simplemente podríamos decir que se trata de dar una nueva estructura a las cogniciones.

De hecho, es una técnica terapéutica que no solo se usa en la Terapia Cognitivo-Conductual (TCC) de donde proviene el término, sino que termina siendo algo en común entre todos los tipos de Psicoterapia, ya que de una u otra manera, buscamos cambios que incluyen las ideas y los aprendizajes de nuevas estrategias que nos permitan alcanzar el bienestar.

En Psicoterapia podemos ayudar a las personas a identificar y cambiar patrones de pensamiento disfuncionales o desadaptativos, ya que éstos influyen directamente en lo que sentimos, y en cómo nos comportamos.

En definitiva, cuando modificamos nuestros pensamientos irracionales o distorsionados, pensamos y tomamos mejores decisiones, cambiando comportamientos problemáticos y mejorando nuestro vínculo con el entorno y/o con nosotr@s mism@s, y por lo general nos sentimos bien.

Para comprender mejor ésta técnica, y cómo ha sido sistematizada en Psicoterapia, es necesario detallar diferentes pasos o etapas a seguir.

 

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Identificación de Pensamientos Automáticos Negativos: 

En primera instancia tenemos que aprender a reconocer los pensamientos automáticos. Éstos pensamientos aparecen súbitamente cuando nos enfrentamos a cualquier situación o estímulo, por lo general son muy rápidos y breves, y muchas veces también pueden ser negativos.

Cuando no somos conscientes del tipo de pensamientos que estamos teniendo, no podemos monitorear el estilo de afrontamiento que hemos desarrollado a lo largo de nuestra vida, y que de una u otra manera caracteriza nuestro modo de Ser en el mundo.

Desafiar y Evaluar los Pensamientos: 

Luego de que tenemos identificados algunos de éstos pensamientos (identificarlos a todos es casi imposible), Terapeuta y Consultante trabajamos en equipo para relacionarlos con otras creencias sobre el mundo o sobre las personas, y analizar si éstos tienen validez o no.

Aunque en teoría parece muy sencillo evaluar la evidencia a favor o en contra de éstos pensamientos, algunas veces puede ser muy desafiante para @l consultante considerar interpretaciones alternativas que sean más realistas y/o equilibradas.

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Generación de Pensamientos Alternativos: 

Luego de desafiar y evaluar los pensamientos nocivos y/o desadaptativos, tenemos que generar pensamientos alternativos que sean más realistas, pero también constructivos.

En este punto resulta de mucha utilidad generar un cambio de perspectiva, para que la persona pueda ver de maneras diferentes las situaciones que desencadenan dichos pensamientos, y/o respuestas desadaptativas.

Éste cambio de perspectiva lleva su tiempo, y no es de extrañar que aunque la persona  parezca entender lo desadaptativo de sus pensamientos y conductas, manifieste ciertas resistencias al cambio.

Las resistencias aparecen por miedo a lo desconocido, o bien por otros temas relacionados con el autoconcepto y/o la autoestima.

Práctica y Consolidación: 

En busca de los cambios necesarios en un proceso Psicoterapéutico es fundamental practicar la Atención Consciente para lograr la identificación y modificación de los pensamientos irracionales en la vida cotidiana.

Muchas veces la hora semanal con @l Psicolog@ funciona como un “entrenamiento o práctica teórica” en la que la persona puede prepararse para consolidar las habilidades aprendidas en terapia.

Es por eso que es frecuente incluir diferentes ejercicios y/o tareas “para casa” diseñados para reforzar las nuevas formas de pensar, y los nuevos comportamientos.

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Monitoreo del progreso: 

Durante el proceso, tanto consultante como terapeuta monitoreamos el progreso para asegurarnos de que las técnicas están siendo efectivas.

De ésta manera vamos a poder hacer ajustes si es necesario, y así optimizar los procedimientos específicos de cada proceso psicoterapéutico.

Es importante mencionar que cada proceso debe ser diseñado entre Consultante y Psicoterapeuta, teniendo en cuenta las fortalezas y debilidades de cada persona.

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Por último, es necesario mencionar que la Reestructuración Cognitiva es efectiva para tratar una variedad de Condiciones o Trastornos, incluyendo la Depresión, la Ansiedad, los Trastornos de Pánico, el Trastorno de Estrés Postraumático (TEPT), y muchos otros.

En definitiva, podemos encontrar ésta técnica útil para cambiar los patrones de pensamiento, las emociones y los comportamientos de manera positiva en casi todos los tipos de Psicoterapia, aunque tenga otro nombre o bien otros marcos teóricos diferentes a los de la Terapia Cognitivo Conductual (TCC).

Referencias:

UNIR. (s.f.). Técnicas de reestructuración cognitiva. Revista UNIR. Recuperado de https://www.unir.net/salud/revista/tecnicas-de-reestructuracion-cognitiva/

Beck, J. S. (2011). Cognitive Behavior Therapy: Basics and Beyond. Guilford Press.

Clark, D. A., & Beck, A. T. (2010). Cognitive Therapy of Anxiety Disorders: Science and Practice. Guilford Press.

Leahy, R. L. (2003). Cognitive Therapy Techniques: A Practitioner’s Guide. Guilford Press.