Desde hace ya algunas décadas, la psicología y la medicina han comenzado a trabajar de manera interdisciplinaria, para entender la interconexión entre el cuerpo, la mente y el ambiente.
En éste sentido, han aparecido enfoques cómo la Psiconeuroinmunoendocrinología (PNIE) y la Bioneuroemoción, que han ganado gran atención diferenciándose en el público al que apuntan, así como en los objetivos que parecen perseguir.
De una manera bastante superficial se podría decir, que ambas disciplinas exploran la influencia de los procesos psicológicos y emocionales en la salud física. Sin embargo, existen grandes diferencias en sus fundamentos teóricos, métodos y aplicaciones prácticas.
Este es un intento por realizar una breve comparación crítica entre la PNIE y la Bioneuroemoción, para evaluar su validez y exponer los posibles peligros a los que l@s pacientes podemos enfrentarnos cuando no estamos debidamente informad@s.
PsicoNeuroInmunoEndocrinología (PNIE)
Como afirmamos en posts anteriores, la PNIE es un campo interdisciplinario que examina las interacciones entre nuestro sistemas nervioso, inmune y endocrino, y analizando cómo éstas interacciones afectan nuestra salud y bienestar.
Según la PNIE, el estrés psicológico puede tener un impacto significativo en la función del sistema inmune, además de la producción hormonal. Se ha visto también que éstos cambios pueden a su vez aumentar la vulnerabilidad a enfermedades o dolencias físicas y/o mentales (Segerstrom & Miller, 2004).
Diversas investigaciones interdisciplinarias en PNIE muestran, que el estrés crónico puede suprimir, disminuir, o afectar negativamente la actividad del sistema inmune, aumentando así el riesgo de infecciones y enfermedades autoinmunes (Glaser & Kiecolt-Glaser, 2005).
Además, existen desde hace ya varios años evidencias documentadas de que el estrés prolongado puede contribuir al desarrollo de trastornos de ansiedad y del estado de ánimo (Depresión y Bipolaridad, ambas en sus variantes), entre otras dificultades que se tratan en el ámbito clínico (McEwen, 2000).
Salud y Enfermedad Psicofísica.
Como seres humanos, sintientes, emocionales, y pensantes, es esperable que tratemos de entender lo que nos pasa cuando enfermamos, y saber qué es lo que podemos hacer para mejorar, así como cuál pudo haber sido nuestra responsabilidad en el tema.
Sin embargo, muchas veces (ya sea por temas culturales, individuales, o circunstanciales) algun@s buscamos respuestas que vayan más allá de lo establecido por la ciencia, quizás en busca de una “cura milagrosa” para afecciones complejas, o bien recurriendo a un pensamiento mágico que muchas veces distorsiona y mezcla “lo espiritual”, “lo religioso”, y hasta en algunos casos “lo trascendente”, con afirmaciones que desde la academia se denominan como Pseudocientíficas.
Bioneuroemoción
La Bioneuroemoción, es un enfoque más reciente que sostiene que las enfermedades físicas tendrían sus raíces en conflictos emocionales no resueltos. Según esta perspectiva, las emociones reprimidas o mal gestionadas pueden generar un desequilibrio en el cuerpo, dando lugar a síntomas físicos y enfermedades (Martínez, 2016).
Los practicantes de la Bioneuroemoción sostienen que identificar y resolver estos conflictos emocionales subyacentes puede conducir a la curación de enfermedades físicas sin necesidad de intervenciones médicas convencionales (Martínez, 2008).
Sin embargo, la evidencia científica que respalda estas afirmaciones es escasa y cuestionable.
En una nota dada para el Periodico online “el Español” Emilio José Molina, coordinador del área de sectas Pseudo Terapéuticas dentro de RedUne, sostiene que la Bioneuroemoción
«Ofrece la salvación, la sanación, y la omnipotencia. Cuando una persona se encuentra en una situación vulnerable, el que le hagan creer que puede modificar esa situación simplemente cambiando el modo de verla es muy reconfortante. A veces, ésta puede ser, ciertamente, una solución, pero raramente lo es cuando la persona está enferma”
En definitiva, tanto la PNIE como la Bioneuroemoción reconocen la importancia de la conexión mente-cuerpo en la salud.
Los fundamentos teóricos y enfoques metodológicos de la PNIE se basan en sólidas investigaciones científicas, y se adhieren a un enfoque riguroso y basado en la evidencia, validada a través de estudios experimentales y clínicos que han demostrado la influencia del estrés psicológico en la salud física y mental. En salud, las intervenciones basadas en la evidencia, como la terapia cognitivo-conductual y el entrenamiento en manejo del estrés, han demostrado ser efectivas en el tratamiento de una variedad de condiciones de salud.
Por su parte, la Bioneuroemoción aún carece de fundamentos científicos sólidos y se basa en teorías no probadas y anecdóticas, además de conceptos vagos y abstractos como la «programación biológica» y la «ley biológica», que carecen de apoyo empírico.
Esta Pseudociencia promueve una visión simplista, reduccionista, y lineal de la salud y la enfermedad, sugiriendo que todas las enfermedades físicas tienen sus raíces en conflictos emocionales subyacentes, ignorando así la complejidad de los factores que contribuyen a la salud y la enfermedad (genéticos, ambientales y sociales).
El uso de técnicas pseudocientíficas y no probadas, como la «descodificación biológica» y la «reprogramación emocional», no solo carecen de respaldo científico, sino que pueden ser potencialmente peligrosas, al exponer a l@s pacientes al riesgo de retrasar o evitar tratamientos médicos convencionales en favor de intervenciones no probadas, con consecuencias graves para la salud. Esto es especialmente preocupante en casos de enfermedades graves como el cáncer, o las enfermedades cardíacas, donde el retraso en el tratamiento puede ser fatal.
PNIE ¡SI! – BIONEUROEMOCIÓN ¡NO!
Desde mi punto de vista personal y técnico, considero esencial que tanto l@s profesionales de la salud y el público en general sean crític@s y escéptic@s en relación con enfoques como la Bioneuroemoción y se basen en evidencia científica sólida al tomar decisiones sobre su salud y bienestar.
Referencias:
Glaser, R., & Kiecolt-Glaser, J. K. (2005). Stress-induced immune dysfunction: implications for health. Nature Reviews Immunology, 5(3), 243-251.
Martínez, E. (2008). Bioneuroemoción: un método para el bienestar emocional. Gaia Ediciones.
Martínez, E. (2016). La enfermedad como camino: un método para el descubrimiento profundo de las enfermedades. Gaia Ediciones.
McEwen, B. S. (2000). The neurobiology of stress: from serendipity to clinical relevance. Brain Research, 886(1-2), 172-189.
Segerstrom, S. C., & Miller, G. E. (2004). Psychological stress and the human immune system: a meta-analytic study of 30 years of inquiry. Psychological Bulletin, 130(4), 601-630.
El Español. (2017, 24 de marzo). El «hombre que susurraba a los caballos» no existió: la verdadera historia de un maltratador que acabó siendo un «mito del bienestar equino». Recuperado de https://www.elespanol.com/
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