Si estás leyendo éste post es posible que conozcas a alguien que tiene terror a subirse a los aviones, o bien que siente mucha ansiedad ante la idea de hacerlo. ¡Quizás seas tu!

El miedo a volar es una experiencia muy común que afecta a mucha gente en todo el mundo, y puede manifestarse en una variedad de formas y grados de intensidad.

De hecho, puede ir desde una sensación de inquietud o nerviosismo apenas perceptible (pero presente) antes del despegue, hasta el extremo de vivir “ataques de pánico” completos durante el vuelo.

¿Por qué sucede ésto? Vamos a explorar brevemente diferentes niveles de ansiedad que se asocian al miedo a volar para poder comprender mejor sus raíces, y así poder abordarlo eficientemente en el ámbito Psicoterapéutico.

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Si bien la experiencia de miedo de cada persona es intransferible, en base a la experiencia y al estudio exhaustivo de las respuestas de ansiedad, miedo, etc., podríamos diferenciar Niveles de Ansiedad que genera el Miedo a Volar.

Esto resulta de gran utilidad para definir en acciones concretas cada situación puntual, y así diseñar un modelo de tratamiento que se ajuste a cada persona.

Nerviosismo leve: Algunas personas experimentan sólo una ligera incomodidad antes o durante el vuelo, manifestada como sudoración de manos o palpitaciones del corazón.

Ansiedad moderada: Otras pueden experimentar niveles más altos de ansiedad, incluyendo pensamientos intrusivos sobre accidentes de avión, dificultad para respirar o mareos.

Ataques de pánico: En los casos más graves, el miedo a volar puede desencadenar ataques de pánico completos, con síntomas como palpitaciones intensas, temblores, sensación de pérdida de control o miedo a morir.

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Orígenes del Miedo a Volar:

Creo que los seres humanos somos “animales históricos”, es decir, animales que estamos marcados, condicionados, y construidos por nuestra propia historia individual y nuestra propia narrativa.

Es así que las experiencias que tenemos son el marco para ir construyendo nuestra autoimagen, autoconfianza, y autoestima. Esto está directamente relacionado con nuestra percepción de posibilidad e imposibilidad de afrontar diferentes situaciones más o menos complejas de manera más o menos adaptativa (sobrevivir o no).

Desde un enfoque Cognitivo-Existencial podríamos decir que el miedo a volar basa sus raíces en una combinación de aprendizajes previos, además del significado que le damos a nuestras vivencias.

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Algunas posibles causas incluyen:

Creencias Irracionales: Lo que pensamos previamente sobre la seguridad del vuelo, quizás amplificadas por noticias de accidentes aéreos y sesgos cognitivos como la disponibilidad heurística, que nos predispone a confirmar juicios previos sobre algo, usando información del contexto actual.

Miedo a lo Desconocido: Cuando nos subimos a un avión que va a despegar, nos adentramos en un entorno o bien desconocido, o bien en un lugar en el que perdemos el control sobre la situación. Esta situación puede desencadenar ansiedad ante lo que podría poner en riesgo nuestra existencia, y si bien podría sernos útil para reflexionar sobre el sentido de nuestra vida, o bien sobre qué hacemos en y con ella, no es lo más recomendable en momentos de activación simpática en los que la ansiedad aparece como mecanismo de supervivencia.

Experiencias Traumáticas Pasadas: Un vuelo turbulento o eventos traumáticos relacionados con aviones pueden alimentar el miedo y la ansiedad. No solo nos limitamos a experiencias reales, sino también a historias y/o relatos de otras personas. También son importantes las emociones que manifiestan personas significativas o conocidas en la famlia, en los medios, o en el ambiente diario.

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Tratamiento Efectivo Basado en Evidencias:

Desde mi experiencia puedo decir que un enfoque efectivo para tratar el miedo a volar, y otros miedos generalmente implica una combinación de técnicas cognitivas, conductuales y un enfoque existencial para significar de manera trascendente.

Terapia cognitivo-conductual (TCC): La TCC ayuda a identificar y cuestionar las creencias irracionales sobre el vuelo, reemplazándolas con pensamientos más realistas y adaptativos. No se trata de amputar nada del psiquismo de la persona, sino más bien de reestructurar creencias irracionales para ayudar a enriquecer su repertorio conductual y tener respuestas adaptativas.

Exposición Gradual: Luego de “entender” racionalmente el funcionamiento de la respuesta  de miedo y evitación que tiene la persona, es esencial exponerse gradualmente a situaciones relacionadas con el vuelo.

Este momento es esencial y es cuando la persona comienza a vivir en carne propia la mejoría. Se trata de realizar actividades de aproximación progresiva como visitar aeropuertos, o ver videos de despegues y aterrizajes.

La idea es que la persona pueda des-sensibilizarse del miedo, y continúe exponiéndose con un estado de ansiedad cada vez menor.

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Mindfulness y técnicas de relajación: Practicar mindfulness y técnicas de relajación, es parte del proceso que ayuda a entrenar al cerebro para darse cuenta de que la situación que antes generaba miedo y descontrol, ahora no produce la misma respuesta.

Para ello nos enfocamos en la respiración profunda y la visualización, evocando situaciones estresantes a la vez que fortalecemos la respuesta parasimpática (estado de reposo y relajación, ahorro o recuperación de energía),reduciendo así la sensación de ansiedad,  y aumentando la sensación de control o aceptación sobre el momento.

Abordaje Existencial: Explorar el significado y el propósito detrás del miedo al vuelo puede ayudarnos a encontrar el sentido que le damos a nuestra experiencia. De ésta manera podremos afrontar nuestros miedos desde una perspectiva más amplia, y en contacto con nuestra libertad y responsabilidad. Al “apropiarnos” del síntoma que estamos transitando, nos damos cuenta de que podemos al menos cambiar nuestra respuesta interna a la situación que se nos plantea.

Superar el miedo a volar puede ser un proceso desafiante, pero con el apoyo adecuado y las estrategias de tratamiento efectivas, es posible encontrar tranquilidad en los cielos y disfrutar de la experiencia de viajar sin miedo ni ansiedad.

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Referencias:

Smith, RE y Smits, JA (2010). Aerofobia: Superar el miedo a volar. Prensa de la Universidad de Oxford.

Antony, MM y Norton, PJ (2009). El libro de trabajo contra la ansiedad: estrategias comprobadas para superar la preocupación, las fobias, el pánico y las obsesiones. Prensa de Guilford.

Öst, LG y Cederlund, R. (2019). Fobia: Miedo a volar. En C. L. Zaleski (Ed.), Fobias: la psicología del miedo irracional (Vol. 1, págs. 95-118). ABC-CLIO.

Pacheco Pacheco. C. A. (2019). Los aportes de la fenomenología al ejercicio psicoterapéutico. Una revisión histórica. Revista de Psicoterapia, 30(112), 147-164. https://doi.org/10.33898/rdp.v30i112.254