Éste post no pretende hacer un análisis exhaustivo sobre las corrientes mencionadas, ni abarca todos los enfoques psicoterapéuticos.
A grosso modo, podríamos decir que en Psicoterapia intentamos ayudar a las personas para que logren superar dificultades psico-emocionales, mejorando así su calidad de vida a través de su relacionamiento con ellas mismas y con su mundo interpersonal.
A lo largo de la historia, se han desarrollado diversos enfoques teóricos y prácticos para la labor psicoterapéutica.
La Psicoterapia Existencial, la Terapia Cognitivo-Conductual (basada en la evidencia científica), así como la Terapia Gestalt, entre otras, han podido ser integrados para ofrecer enfoques más abarcativos y eficientes en los Procesos Terapéuticos.
La Filosofía Existencial y la Psicoterapia
El Existencialismo es una corriente filosófica que cuenta con pensadores como Kierkegaard, Nietzsche, Heidegger, Sartre, Camus, entre otros, y hace foco en analizar la condición humana. De una u otra manera todos destacan la importancia de la experiencia y la responsabilidad individual, además de la “libertad” de la persona en la construcción de SU vida.
Heidegger, definido por sus contemporáneos como quizás el pensador más importante del siglo XX, destaca que la existencia humana se da en relación con el mundo y los demás, y que para encontrar sentido en la vida, es necesario hacer frente a la incertidumbre y la angustia existencial.
La Psicoterapia Existencial, está relacionada a la Fenomenología de Husserl, e influida por la filosofía de Heidegger y Jaspers entre otros, además de tener a Medard Boss, y a Ludwing Binswanger como sus iniciadores, y a la Logoterapia de Viktor Frankl con un enfoque terapéutico afín, además de Terapeutas como Rollo May o Irving Yalom entre sus exponentes más conocidos.
Estos modelos terapéuticos dan particular importancia a ayudar a las personas a buscar, construir, o encontrar sentido en su vida, superando el miedo a la muerte y aceptando la incertidumbre del futuro, entre otros temas fundamentales en la existencia humana (van Deurzen, 1997).
La Terapia Cognitivo-Conductual y la Terapia Gestalt
La Terapia Cognitivo-Conductual (TCC) es un enfoque basado en la evidencia que se centra en identificar y modificar los patrones de pensamiento y comportamiento disfuncionales que causan problemas emocionales (Beck, Rush, Shaw & Emery, 1979).
La TCC se basa en la idea de que los pensamientos y comportamientos disfuncionales pueden ser modificados a través de técnicas específicas, lo que a su vez, genera cambios positivos en las emociones y conductas.
Esta es la terapia que cuenta con mayor respaldo dentro de la comunidad científica, ya que sus métodos están sistematizados, tienen en cuenta de manera central a la persona individual y su contexto.
Los pensamientos, la manera en la que se estructura el diálogo interno, además del peso de las creencias aprendidas desde la infancia, afectan nuestra autoimagen y autoestima, así como nuestra visión sobre las demás personas y el mundo.
El análisis y reestructuración es esencial para poder construir un mundo de significados que resulte en cambios de creencias y conductas adaptativas o saludables.
Por otro lado, la Terapia Gestalt (Perls, 1969) es un enfoque terapéutico Humanista que enfatiza en la importancia de la conciencia sensorial y emocional en la experiencia del momento presente, para lograr un mayor autoconocimiento, y la integración de partes conflictivas de la personalidad.
La Terapia Gestalt se enfoca en la conciencia de Uno Mismo y la Autoaceptación, así como la responsabilidad en las relaciones interpersonales, y en la identificación y expresión de emociones.
Integración de la Psicoterapia Existencial, la TCC y la Terapia Gestalt
Éstas corrientes se pueden complementar en los procesos terapéuticos cuando buscamos una mejor atención a las necesidades de la persona en particular. Todas las personas somos distintas y no es eficiente querer “acomodar” a quien consulta en el paradigma, de manera “forzosa”, sino que como terapeutas nos es útil manejar cierta flexibilidad que posibilite el encuentro y el proceso.
Por ejemplo, podríamos decir que la Terapia Gestalt busca lograr conciencia de las sensaciones, emociones y patrones de comportamiento, además de buscar el “darse cuenta” del fenómeno que la persona está atravesando, y de aceptarse tal cual ES.
Complementariamente, la TCC proporciona herramientas prácticas para detectar las estructuras de pensamientos irracionales y desadaptativas, para entender y cambiar los patrones disfuncionales que generan malestar. También se busca que la persona cree nuevos significados sobre sí misma y su mundo.
Por su parte la Psicoterapia Existencial, puede ayudar a que la persona se apropie del síntoma, tome contacto con su libertad y responsabilidad para construir, o descubrir, nuevos significados que le faciliten buscar un sentido de vida trascendente también en momentos de angustia existencial.
En próximos posts abordaremos la integración de otras visiones para construir una Psicoterapia flexible, consistente, coherente, y por sobre todo, más humana.
Referencias Bibliográficas
Beck, A. T., Rush, A. J., Shaw, B. F., & Emery, G. (1979). Terapia cognitiva de la depresión. Bilbao: Desclée de Brouwer.
Heidegger, M. (1962). Ser y Tiempo. Fondo de Cultura Económica.
Van Deurzen, E. (1997). Everyday mysteries: A handbook of existential psychotherapy. Routledge.
Perls, F. (1969). Gestalt therapy verbatim. Bantam Books.
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Skype: p.fernandez.brittez
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