Ya estamos transitando casi el primer mes y medio de encierro, y en muchas familias se comienzan a ver los efectos colaterales de estar tanto tiempo juntos.
La organización resulta esencial para mantener las cosas funcionando, sin embargo no todos somos iguales y no todos tenemos las mismas prioridades, tiempos, niveles de tolerancia, o habilidades para comunicarnos.
La convivencia constante con el otro nos muestra que cosas que pueden ser importantes para mí, quizás no lo sean para ti y viceversa.
Entonces, el gran desafío es encontrar un punto medio que ayude a satisfacer las necesidades de todos.
Es necesario llegar a Acciones Saludables (a mi modo de ver) en las que todos se sientan contemplados y respetados, siendo protagonistas para crear una sana convivencia.
La necesidad de construir una nueva realidad en la que todas las partes involucradas contribuyen con sus deseos y trabajo al bien común, aparece como un objetivo que con el correr de los días se vuelve cada vez más ambicioso.
Entonces: ¿Cómo se hace? ¿Hay algún “Secreto” para Lograrlo?
En líneas generales la Organización Familiar es fundamental.
Salvador Minuchin (1977) plantea la teoría estructural del funcionamiento familiar, y define a la familia como un sistema estructurado por los miembros que la componen. Es así que la estructura le da la forma a la organización.
El sistema familiar necesita Estabilidad para realizar tareas que protegen al grupo del medio externo (dándole sentido de pertenencia a sus integrantes), y Adaptabilidad para enfrentarse a las distintas necesidades de la vida, generando una evolución que facilite el desarrollo familiar y la individuación de sus miembros.
La Desorganización se puede dar por varias razones como la enfermedad somática o psiquiátrica, alcoholismo, drogadicción, invalidez significativa de algún miembro, un paciente en estadio terminal, etc. (Oyarzún 2008)
Actualmente el confinamiento está generando ciertos desequilibrios afectivos, que sumados a diversos elementos relacionados al nivel cultural, la condiciones de la vivienda, etc., atentan contra el funcionamiento saludable del sistema familiar y el bienestar de sus miembros.
Organización Familiar Sustentable en tiempos de Distanciamiento Social.
En un material accesible, práctico e interesante, Unicef plantea entre otras sugerencias útiles la necesidad de “encontrar tiempos compartidos y tiempos en soledad” para generar un equilibrio entre lo compartido y lo individual. Para esto es de ayuda proponer actividades para hacer junto a toda la familia, y en las que se pueda jugar, o bien hacer tareas de la casa, etc.
Cabe destacar que hacer ejercicio juntos también puede ser un elemento importante para generar una organización saludable.
Al igual que el trabajo corriente, el teletrabajo llegó para quedarse y requiere también de cierta organización familiar. Las demandas del teletrabajo requieren un alto grado de concentración, y la capacidad de desarrollar habilidades multitareas que podrían ser estresantes para los adultos.
Es por ello que es recomendable establecer los tiempos de conversación “familiar para acordar las necesidades y obligaciones de cada uno”, asignando a todos sus tareas, derechos y obligaciones. De esta manera se tratará de compatibilizar el tiempo de teletrabajo con el de escuela en casa.
Para que los adultos podamos monitorear las tareas de los chicos sin saturarnos, podemos establecer tiempos exclusivos para teletrabajar, para estar solos, para hacer deporte, etc. Es cierto que no es fácil, pero si queremos lograrlo va a ser necesario poder ponernos en el lugar del otro, compartir nuestras ideas y sentimientos sobre lo que estamos viviendo y empatizar.
Que el Rendimiento Académico no nos quite el Sueño.
Recordemos que no podemos sobrecargar a niños y niñas con actividades escolares, ya que por el solo hecho de estar encerrados todo el día, están bajo más estrés de lo común.
Tampoco los adultos podemos sobre-exigirnos en el acompañamiento de las tareas (acompañamiento saludable). Cuidarnos física y mentalmente incluye la búsqueda de la tranquilidad emocional. En estos momentos el bienestar emocional es muchísimo más importante que el rendimiento académico.
Afortunadamente podemos Convertir esta Crisis en la Oportunidad de encontrar el equilibrio aprendiendo a utilizar eficientemente plataformas educativas, pero prestando especial atención en evitar presionar o exigir exageradamente. De esta forma vamos a estar más protegidos de enojos innecesarios causados por la presión y el stress.
Recuerden generar y organizar espacios de comunicación virtual grupal e individual con amigos, y familiares, en los que se pueda tener una dinámica de compartir, dialogar, jugar, y por qué no crear cosas nuevas…
Es esencial lograr el intercambio con otros, para ver otras caras, u organizar nuevas experiencias, como por ejemplo hacer excursiones virtuales en las que la familia pueda interactuar, etc (combinando aplicaciones por ejemplo).
No existen recetas…Buscando sentido a esta cuarentena, vamos viendo, siendo, viviendo y aprendiendo…
Referencias
Rodríguez, C., 2020. Apoyo Psicoemocional Para Las Familias Durante La Cuarentena Por El Coronavirus. 1er ed. [ebook] Montevideo: Unicef, pág. 2-16. Disponible en: https://www.unicef.org/uruguay/media/2761/file/Apoyo%20psicoemocional%20para%20las%20familias%20durante%20la%20cuarentena%20por%20el%20coronavirus.pdf [Acceso 27 April 2020].
Valladares, A.M, (2008). La familia. Una mirada desde la Psicología. Vol. 6, núm. 1 , Ed. Universidad de las Ciencias Médicas de Cienfuegos, pág. 4-13. Disponible en: http://www.medisur.sld.cu/index.php/medisur/article/view/402/319 [Acceso 27 April 2020].
Oyarzún N, E., 2008, ESTRUCTURA Y DINÁMICA FAMILIAR. Universidad de Chile, Facultad de Medicina, Departamento de Atención Primaria y Salud Familiar, Disponible en: https://www.u-cursos.cl/medicina/2008/2/MPRINT25/1/material_docente/previsualizar?id_material=182948 [Acceso 27 April 2020].