Identidad Cultural
El fútbol es el deporte representativo de nuestra cultura, y muchos afirman que “forma parte de nuestro ADN”. Casi no hay escuela, colegio/liceo, o bien grupo de amigues y/o compañeres de trabajo, etc. en el que no se generen dinámicas en torno a su práctica. Si bien “somos 3 millones de técnicos” que creemos saber cómo deben actuar los equipos, jugadores, y entrenadores, es muy difícil comprender desde la tribuna, la distancia que separa lo que se siente dentro y fuera de la cancha.
El Deporte Rey, manifestación cultural por excelencia, es un buen ejemplo de cómo expresamos nuestras fortalezas y debilidades, virtudes o defectos en el vínculo con nosotros mismos, con los demás, y con el mundo.
Demasiado Ego
En las últimas décadas se han dado cambios sociales y culturales que afectan la manera en la que nos relacionamos con la vida… La invasion de los Medios Masivos de Comunicación y la Industria del Entretenimiento enfatizan el éxito como un fin en sí mismo, dónde el peso de la Marca Personal aumenta apuntando a la venta de productos y servicios (consumismo)
El Fútbol no escapa a esta realidad en donde el cambio de valores opaca y sepulta la esencia de los procesos de trabajo, la perseverancia, la paciencia, y el esfuerzo a largo plazo, etc.
En definitiva se olvida de la esencia del juego: El Equipo.
Cada vez se pone más énfasis en mejorar el rendimiento, en el perfeccionamiento de los entrenamientos, en el cuidado de la alimentación, la técnica, la táctica, la indumentaria, etc. Los Entrenadores dejan de ser líderes positivos para ser Personajes de Ficción, inundados quizás por su propia necesidad de reconocimiento público.
En definitiva, quedan cada vez más a un lado, temas fundamentales como el Grupo, el Por Qué y Para Qué del equipo, la Empatía, la Colaboración, el Disfrute, etc.
Ser Parte y No Estar Aparte
Un elemento fundamental para cualquier persona que integra un equipo, es el sentimiento de pertenencia. Es decir, saber que soy parte de algo que es más grande que yo, en donde me siento uno con el todo, e identificado con una “misión” en común.
Para que exista un verdadero trabajo en equipo, no alcanza solo con estar dentro de un grupo de trabajo. Es necesario coordinar esfuerzos en pos de una tarea que solo se puede alcanzar mediante una dinámica estructurada orgánicamente.
«Los buenos equipos acaban por ser grandes equipos cuando sus integrantes confían los unos en los otros lo suficiente para renunciar al «yo» por el «nosotros» (Phil Jackson)
Si bien en un principio esa sinergia se basa en la repetición y el entrenamiento, el equipo se edifica sobre valores.
Valores de Equipo:
– Compañerismo.
– Lealtad.
– Solidaridad en el esfuerzo.
– Respeto hacia los más experientes, el capitán, y el cuerpo técnico.
– Empatía con los más débiles o menos hábiles.
– Humildad, para aceptar errores, para aprender de los demás, para priorizar el objeto del equipo por sobre el Ego.
El debilitamiento de éstos valores socavan la unión del equipo.
Liderazgo y Comunicación
Para poder lograr que un equipo de fútbol se identifique con un estilo de juego, comportamiento o bien misión específica, se necesitan cuerpos tècnicos y capitanes que logren conocer a los integrantes del grupo en profundidad. Ademàs debe haber coherencia entre lo que dicen, lo que hacen, y lo que están dispuestos a sacrificar por el bien común (el Ego puede ser un obstáculo para los Entrenadores también). Como en todos los grupos humanos, la escucha atenta, la comunicación asertiva, y la autenticidad de los “líderes” son fundamentales para transmitir entusiasmo, generar respeto, confianza, y disposición para trabajar por un objetivo.
There’s no I in Team (No hay Yo en Equipo)
Las individualidades hacen la diferencia cuando se enfrenta un equipo de menor potencial, pero solo la unión grupal y la tarea conjunta coordinada, basadas en la búsqueda de Sentido, permiten una mejora trascendente en el rendimiento. Lo mismo sucede a la inversa.
Como personas tenemos nuestros propios objetivos y desafíos, nuestras propias búsquedas y prioridades. Sin embargo, cuando se es parte de un equipo la individualidad debe integrarse a la unidad grupal, muchas veces dejando de lado los intereses propios en pos del bien común.
“La esencia de la existencia es la autotrascendencia. Ser persona es estar dirigido hacia algo o hacia alguien”. (Victor Frankl)
A veces se toman algunas decisiones que, a pesar de no ser compartidas por algunos miembros del equipo, son consideradas como propias de la unidad y son “sagradas”. Por ende, se respetan individualmente aunque a alguno le perjudiquen circunstancialmente.
Preguntas Esenciales (para Entrenadores y Jugadores)
– ¿Por Qué y Para Qué estoy en el Equipo?.
– ¿Quien Soy y Quièn Quiero Ser en el Equipo?
– ¿Soy un jugador de Equipo?
Es necesario hacerse estas preguntas para saber si uno está dispuesto a pertenecer a un equipo. Cuando las respuestas son negativas, o bien no se alinean con lo que busca el grupo, tanto entrenadores como jugadores deberían plantearse si ése es un lugar en el que pueden permanecer… a veces dar un paso al costado es una opción saludable.
Si las respuestas son afirmativas y se alinean con el objetivo común, entonces, adelante!…